Jolines, ese álbum tan molón que has hecho tiene que tener un interior a la altura de esa cachoportada. Porque tienes mil fotos que te encantan, impresas, ordenadas y listas, pero no tienes ni idea de cómo ponerlas en cada página.
Hace unas semanas te enseñamos 3 trucos para que las fotos queden perfectas en tus álbumes. Y otro, de propina (clica para verlo) y hoy empezamos una serie de posts que se van a llamar A por los interiores y en los que te vamos a dar ideas, trucos e inspiración de verdad para que tu interior quede de rechupete.
Aquí tienes la parte 1, que hoy le dedicamos a tips para poner las fotos en tus álbumes.
Elige el tamaño y formato adecuado de la foto para tu álbum
Ni muy grande que se coma toda la página, ni muy pequeña que se pierda en la decoración. Horizontal, vertical o cuadrada: tú eliges pero ¡dale aire!
Una excepción: usa la página como margen de la foto
¿Te apetece usar una foto grandota? Imprímela del mismo tamaño que la página o bien un centímetro más pequeño para que el fondo haga de marco.
Hablando de marcos…
Pon siempre un marco alrededor de tu foto: sobre todo con papeles tan coloridos como los nuestros. Si no, se perderá la foto en el fondo.
Mil elementos para enmarcar
Puedes usar papeles superpuestos o elementos como solapas, círculos, tags, hilos o etiquetas. Pero siempre de un color que cotrasten con el fondo.
Si prefieres, deja margen en la propia foto
Siempre es una buena idea imprimirla con marco. Los puedes hacer en formato Polaroid o Instax, por ejemplo y quedan geniales en cualquier fondo.
Juega con el formato de la doble página
Añade elementos simétricos o juega con las diagonales de tu página doble: así tienes un espacio más grande para dos o cuatro fotos del mismo tema.
Pon un elemento al que se vaya la vista
Una esquinera (solo una), un die cut, un texto que se superponga en la foto… Y así le darás un toque original con un elemento muy fácil de usar.
Pero ojo con los textos
Nunca lo pongas sobre fotos con personas o animales: queremos ver todas las caras y expresiones. Para paisajes o edificios, vale, siempre que no tapes partes importantes y se vea la foto.
Básicos que te salvan la vida
Kraft, vellum, blondas, telas, gasas o papeles de seda son básicos imprescindibles que te ayudan a separar la foto del fondo y darle todo el protagonismo.
Atrévete con formatos raros
Utiliza panorámicas o recorta fotos redondas con un punch o en forma de hoja con un troquel. ¿Cómo te quedas? Aunque sea un formato raro, recuerda toooodos los puntos anteriores.
Y para acabar, una opinión controvertida… o dos ;)
Una. Las fotos no son sagradas. Así que cóselas, grápalas o engánchalas al papel con un eyelet. Rómpelas en dos, borda un marco por encima, troquela una estrellita en la esquina. Lo-que-se-te-o-cu-rra.
Y dos. Pon las fotos siempre paralelas al papel, no las pongas un poco torcidas. Parece que mola, pero no: quedan mucho más pro si mantienes el paralelismo. Deja el torcimiento para casos muy puntuales, como usar dos copias de la misma foto para una sola página.
Un truquillo de la vida para acabar
Para que las fotos queden ooooh, dales volumen levantándolas con un trozo de cartón o goma eva para que resalte (aún más) sobre fondos coloridos. Verás qué diferencia más grande.
Ahora ya solo te queda ponerlas en práctica y verás cómo empiezas a cogerle el gustillo a decorar los interiores y cosigues unos álbumes y para fliparlo.
¿Nos dejamos algún tip? Dínoslo en comentarios, que ya estamos preparando un nuevo post de A por los interiores, nuestra nueva serie de posts con ideas y trucos para decorar los interiores de tus álbumes.
Deja tu comentario