Me encanta cuando alguien me regala un tag o un ATC que ha hecho con todo el cariño. ¡Me flipa la creatividad que tiene la gente! Después de un año de Paperinky he ido acumulando unos cuantos detalles, que he ido guardando con cariño en una caja.
Hace poco, haciendo orden, abrí la cajita y pensé «¡estas boniteces no pueden quedarse aquí escondidas!» y, recuperando el espíritu original del scrapbooking de hacer álbumes para guardar recuerdos, decidí hacer un álbum con Boro para guardarlas.
Me decidí por un estructura tipo midori, aunque dentro de un álbum bastante clásico de scrap. Como tenía bastantes ATCs y tags, el álbum ha quedado bien gordito. Y para que el lomo no se viera mazacote, lo decoré con cuentas de madera que hacía años que tenía por casa y por fin he podido usar.
Para la portada, uno de los textos de Boro que parece hecho expresamente para este mini: «craft is the new sexy». Y un collage con su punto milkmediero para dar fuerza al texto. Con pasta de textura coloreada de amarillo, y grapas y fieltro desgarrado amarillo que hace un efecto que es una pasada. ¿A que sí?
Y por dentro, todas las hojas decoradas según me inspiraba el tag o ATC que iba a poner. Mucho tejano, muchos hilos, un poco de guarreo, papeles arrugados, cosidos, telas, clips… todo en la justa medida para que el protagonista fuera la pieza en cuestión. Porque ya os digo que son todo auténticas maravillas.
Al final ha quedado un álbum precioso con un montón de recovecos y cosas que ver. Muchas texturas, como a mi me gusta, y mucho color. Y sobre todo, muy divertido. Y ahora sí que lucen estos detallitos únicos que os marcáis. Mira, mira. Haz clic para ver las fotos grandotas, que molan más.
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