Me gustan las fotos pequeñitas. Por eso me rechiflan los mini-álbumes. Así que era solo cuestión de tiempo que probara los layouts en tamaño midori. ¡Qué!!!? ¿Hacer layouts en un tamaño manejable que luego puedo juntar en un álbum tamaño midori? SÍÍÍ, POR FAVOR.

Una vez elegidas las fotos (pst, un secreto: en realidad una de ellas es un recorte de una postal que me encantó. Yo lo aprovecho todo), me decidí por jugar con dos colores: azul y rosa. Y con mis productos fetiche: stencils y pasta para la base, cosidos y luego capas de elementos decorativos y alguna forma original de mostrar la foto.

La primera foto es de una puesta de sol en el mar, así que los colores azules estaban claros. Se trata de una adaptación un poco libre del estilo marinero, usando rallas blancas y negras en vez de azul marino y barquitos amarillos y azules que imitan a los barcos de papel.

La decoración blanca con los dos troqueles redondos está inspirada en los ojos de buey de los barcos. Y para seguir con ese juego, y como ya sabéis que soy una apasionada de las solapas, recorté tres redondas en papel que previamente había manchado con brushos azules, que grapé a modo de solapa.

Todo sobre uno de los fondos blanco y negro de #MilkMedia, que manché un poco de amarillo con pigmentos.

Para los barcos y el fondo/marco de la foto, manché pedacitos de papel de la colección con tintas Distress azul y amarillo y recorté. Simplemente arrastré las tintas por el papel sin usar después agua. Me encanta cómo queda el efecto como a brochazo. Grapas y eyelet negro marca de la casa. Y primer layout listo.

Para la segunda foto usé un fondo rosa. Como la foto era de Barcelona, le apliqué pasta de stencil blanca con una plantilla que imita la forma de flor de las famosas baldosas barcelonesas. Los juegos de color que crean el stencil sobre el papel con efecto manchado ya es suficiente fondo como para no tener que añadirle nada más.

El resto de la deco, en amarillo, muy sencilla: arranqué una hoja de una libretita en espiral que siempre anda por casa y la pinté con la Distress amarilla. Partí por la mitad una pegatina de marcar botes (de Ikea, de esas que vienen en un rollo en blanco, negro y marrón), le puse gesso y la pinté con chalk amarillo. Y solo quedaba montar.

Quería usar hilo, pero no tenía claro cómo, así que recorté una pieza de la colección de la cuadrícula grande, le enrollé hilo amarillo alrededor y usé ese invento como soporte para la foto, que recorté de una postal que una penpal me envió hace tiempo. Una tarjeta de textos y una palabras recortadas abajo y el segundo layout, listo.

Es tan divertido que os puedo asegurar que no serán los últimos layouts de esta medida que haga. De momento los guardo en una cajita pero ya estoy maquinando el tipo de encuadernación que usaré para juntarlos en un álbum cuando tenga unos cuantos acabados. ¿Alguna idea?