¿Tú también eres de las que scrapeas cuando miras la tele? Ya, ya. Este lomo lo hice viendo un capítulo de Sherlock (algún día hablaremos de mi adicción enfermiza a esta serie. ¡Juas!). Te pones, y casi sin darte cuenta…

Creo que no existe nada mejor en el mundo que la combinación de un trozo de tejano negro y puntadas amarillas. Y más si es bordado freestyle (lo llaman así, qué le vamos a hacer). Es un tipo de bordado que va sin patrón ni nada: aguja, hilo y ¡lo que salga!

Mini álbum con el lomo de tejano bordado

Para la portada me apetecía aprovechar trocitos de papel que tenía en mi caja de restos, así que los troquelé en círculos y los he usado superpuestos, jugando con los colores y con papel de seda amarillo intercalado. Es una forma de usar muchos diseños diferentes sin cargar demasiado. Y como el texto de este mini (ah, espera, que no te he dicho que era un mini), es muy pequeño, lo he «enmarcado» con un resto del mismo tejano negro del lomo.

Mini álbum con el lomo de tejano bordado

El álbum está construido con cartón contracolado y una espina. Y las páginas interiores están decoradas con collages hechos con tejano de diferentes colores, imitando el ancestral boro japonés. Me encanta hacer estos collages: son sencillos, rápidos de hacer y muy vistosos.

Mini álbum con el lomo de tejano bordado

Anímate a coger aguja e hilo y dejarte llevar. Y si te intimida bordar, puedes empezar haciendo pedazos pequeños y utilizarlos como decoración en tus proyectos. Es fácil y queda impresionante. O, si no, aplicas pasta de textura sobre el tejano con alguna plantilla que parezca de puntadas y también queda de maravilla.