Soy un desastre. ¿Os acordáis de esos ATCs tan chulos que hice para Sitges y os enseñé por aquí? Pues con la emoción de conocer a tanta gente y de fangirlear lo más grande ¡me olvidé de intercambiar la mayoría! Así que volví a mi casa con un bonito montón de tarjetitas con las que no tenía ni idea de qué hacer. ¡Pero aquí no se tira nada!

A una de mis penpals le gusta el arte tanto como a mi. Desde hace un par de años nos intercambiamos fotos de grafittis, pequeños proyectos de mixmedia o encuadernación, imágenes recortadas de revistas y postales de ilustradores que nos gustan… Así que cuando me pidió que le enviara una de esas ATCs sobrantes se me encendió la bombilla: hacer un álbum con ellas.

Elegí un formato sencillo de acordeón rectangular con el papel que combina los tres rosas. Al recortarlo y doblarlo en cuatro partes (el tamaño final es de 10,5x7cm, plegado), decidí poner los ATCS más coloridos en el lado blanco y negro y los más blancos, sobre el rosa. No me hizo falta hacerle nada a la estructura, porque los ATCs ya tienen mucho color y textura y no quería recargar más el mini. Simplemente pegué siete de las tarjetas y para el hueco sobrante puse un trozo de tejano y unos hilos amarillos con texto por encima.

Además de algunos textos de #milkmedia, me apetecía mucho usar caligrafía propia. Como mi penpal es americana, aunque habla también español, me encantó la idea de combinar los dos idiomas en los textos. Simplemente me senté en la mesa con una cartulina blanca y mis rotus preferidos (el Pentel negro y el Tombow Fudenosuke rosa) y dejé que las frases salieran solas. Elegí las que más me gustaron y las pegué sobre los ATC’s. Sin complicaciones.

Para este álbum no tuve que sacar ni una pintura, porque me limité a pegar lo que ya tenía hecho. Lo único que añadí fue el cosido de esta foto y le arranqué un trozo a una de las tarjetas. Ah, las lunas son sellos con embossing negro que recorté y raspé por el borde. Me encanta el embossing negro porque además de dar un brillo plástico pero que casi parece metálico, le añade una otra textura diferente. Además, todo el álbum tiene un aire como misterioso al que le queda muy bien la imagen de la luna.

No puse más decoración, así que el álbum estuvo montado en menos de una hora, de principio a fin, contando el lettering y el recorte de los tres textos que usé. Me pareció que ARTEFACTO era un nombre divertido para este mini reciclado, que su dueña ya tiene en casa y con el que he disfrutado dos veces: primero haciendo las ATCs y luego reciclándolas.

¿Tú has hecho algún proyecto reciclando otros proyectos?