A veces me pasa que quiero hacer un álbum a lo loco, pero mi parte cuadriculada me empuja a que todo mantenga una estructura. Así que se me ocurrió utilizar una estructura en la que todas las páginas fueran igual de altas, pero cada una fuera 1 centímetro más ancha que la siguiente. De forma que me quedó una estructura un poco desestructurada (válgase la redundancia), pero que las obsesas del «cuadriculadismo» podemos disfrutar sin problema.

Album desestructurado Boro

El álbum tiene una portada cuadrada en cartón gris forrado, cinco hojas del mismo alto que la portada, pero cada una con un centímetro más de ancho que la anterior y una contraportada que sigue esa progresión del centímetro más. La contraportada también es de cartón contracolado (gris) y forrado. Como quería guarrear un poco las páginas y pasarlas por la máquina de coser, elegí el método de encuadernar con cadenitas (dos agujeros, eyeleys y unas cadenitas azules chulísimas). Esta estructura me permite decorar las páginas por separado y sustituir solamente una en caso de hacer un estropicio muy grande.

Album desestructurado Boro
Album desestructurado Boro

El álbum está dedicado a la caligrafía y hecho con fotos de proyectos míos de lettering que he regalado (Ya. Llamadme friki). Decidí que en el interior alternaría una cara para texto y otra para foto. Así que lo primero fue sacar las plantillas, la pasta de textura y los pigmentos y aplicarlos sobre trozos de la colección, papel blanco y algunas hojas de libro viejo. Siempre lo hago así: primero manchurreo todo y, cuando está todo seco, aplico en cada hoja según me apetece.

Album desestructurado Boro

Así que una vez tuve los papeles con color y textura, fui decorando cada página según la foto me inspiraba. Con montajes tipo collage, combinando tarjetas de Boro con papeles decorados, grapando, troceando y arrugando, e incluso aplicando trocitos de tejano aquí y allí. Ah, y uno de mis truquillos es tener siempre a mano un washi liso de color amarillo, porque a veces falta darle un toque que color y va perfecto para que no se vea todo demasiado azul. Hay solapas, hay un poco de costura y muchas grapas, pensando bien donde las ponía para que la parte trasera las ocultara.

Album desestructurado Boro

Y al final ya solo quedó montar y pasar las anillas. Para el toque final, una preciosa esquinera metálica de color blanco, que son mi nuevo vicio. Y una pinza de madera que da el contrapunto natural a tanto color. ¿Mola, no? Estas estructuras son perfectas para iniciarte en el mixed media, porque si no te gusta lo que sale, puedes descartar solamente una de las páginas y no se estropea todo el álbum. Anímate, venga.